«Tebas Land» por Mariana Turiaci

A veces las palabras no alcanzan para lograr transmitir las sensaciones que deja una obra como a�?Tebas landa�?. Una historia oscura y dolorosa contada sin eufemismos pero sin dejar de lado la sensibilidad. Una historia que toma un tema tabA? y lo pone en escena sin juzgarlo, sin caer en discursos pedagA?gicos ni moralizantes. Una historia que nos cuestiona y nos interpela, al mostrar una realidad que, tal vez lejana para muchos, no deja de ser cotidiana para otros.

Un dramaturgo, L., (Lautaro Perotti) se encuentra preparando una obra sobre el parricidio y para ello consigue entrevistar a MartA�n (Gerardo Otero), un muchacho preso por haberlo cometido. Semana tras semana lo visitarA? en la cA?rcel para entender quA� fue lo que lo llevA? a cometer algo impensable para nuestra cultura como el asesinato de un padre. A lo largo de sus encuentros, irA? creciendo algo entre ellos. Una vez franqueada la barrera del miedo y la desconfianza de las primeras entrevistas, paulatinamente lograrA?n abrirse y mostrarse sin condescendencias. Ninguno de los dos buscarA? la aprobaciA?n del otro. Tan sA?lo bastarA? el entendimiento mutuo del cual irA? surgiendo la confianza como un puente entre ambos. Se cuestionarA?n a sA� mismos pero sin dar respuestas cerradas. En esos dos mundos opuestos hay encuentro, hallazgo y descubrimiento. A medida que L. y MartA�nA� profundizan su conocimiento uno del otro, algo cambiarA? en ellos y, al terminar la historia, ninguno serA? el mismo del comienzo.

Uno y otro estA?n en las antA�podas. Por un lado, el dramaturgo reconocido que vive en el exterior, convocado por un teatro prestigioso para escribir una obra. Por otro, un muchacho pobre, que no pudo terminar la escuela, cuya madre muriA?, maltratado por su padre, y obligado a rebuscA?rselas con trabajos de los cuales siempre lo despedA�an. PodrA�a pensarse que se trata de estereotipos. Sin embargo, el tratamiento de la obra es lo que marca la diferencia. El texto de Sergio Blanco no cae en lugares comunes, no prejuzga, no moraliza ni intenta explicaciones didA?cticas. Deja preguntas, cuestiona y, en tal caso, serA? el espectador el que saque sus conclusiones. Un tema complejo, doloroso y tabA? es tratado con respeto y sinceridad.

La obra propone dos niveles: el que hace explA�cito que se trata de una obra de teatro y el que corresponde a la a�?verdaderaa�? historia que la pieza intentarA? representar. En este juego entre ambas instancias, el teatro se vuelve metadiscursivo. Y, en esa operaciA?n, se cuestiona a sA� mismo, a su capacidad de representaciA?n. MartA�n no logra entender cA?mo un actor puede a�?hacer de A�la�?, si precisamente es otra persona. En esa pregunta, que puede sonar inocente, se condensa un interrogante: A?CA?mo dar cuenta, en la hora y media que dura la funciA?n, de la complejidad y de la profundidad de algo tan terrible como el asesinato de un padre? a�?Tebas landa�? lo logra.

MartA�n Perotti y Gerardo Otero son los encargados de interpretar a L. y a MartA�n, respectivamente. Ambos tienen la capacidad de entrar y salir de esos dos niveles con soltura. El trabajo de Otero puede ser mA?s complejo, al tener que representar a MartA�n y, al mismo tiempo, al actor que lo interpretarA? pero lo hace con habilidad y destreza. Uno y otro son claramente diferentes. Con versatilidad y profundidad, construye dos personajes opuestos, cada uno con sus particularidades y sus tonos, con un cuerpo y una voz diferentes. EspecA�ficamente, la interpretaciA?n de MartA�n logra emocionar hasta las lA?grimas.

Por su parte, la dramaturgia de Sergio Blanco conmueve y cuestiona, al mismo tiempo. Se trata de un texto preciso donde no hay palabras que sobren ni silencios que no estA�n justificados. Es que muchas veces resulta mA?s poderosa una mirada o un acercamiento, y el trabajo actoral lo logra. El texto tambiA�n dialoga con otros, en un juego polifA?nico donde hay referencias a a�?Edipoa�? y a a�?Los hermanos Karamazova�?, de Dostoyevski. Otro de los elementos que merece destacarse es la escenografA�a. Cada uno de los personajes tiene su espacio y es L. el que siempre se dirige al lugar donde se encuentra MartA�n: la cancha en la que juega al bA?squet todas las tardes y que funciona, al mismo tiempo, como celda. Es decir, el diseA�o del espacio refuerza la libertad de uno y el encierro que padece el otro.

a�?Tebas landa�? pone en escena mucho mA?s que un tema tabA? como el parricidio, habla ademA?s de las violencias cotidianas que muchas mujeres, niA�os y jA?venes sufren actualmente. Y lo hace con compromiso y entrega, sin pretensiones ni dogmatismos. MA?s allA?, habla tambiA�n de la capacidad de ponerse en el lugar del otro. El teatro aparece entonces como encuentro y reconocimiento de sA� mismo y del otro. Encuentro de mundos y descubrimiento que se enlazan en la bA?squeda constante de un teatro comprometido.

Viernes 20 hs. y Domingos 19:15 hs.
Timbre 4 (MA�xico 3554, CABA).

Ficha tA�cnico-artA�stica

Texto:A�Sergio Blanco
ActA?an:A�Gerardo Otero, Lautaro Perotti
EscenografA�a:A�Gonzalo Cordoba Estevez

sildenafil citrate tablets for sale. IluminaciA?n:A�Ricardo Sica
FotografA�a:A�FabiA?n Pol
DiseA�o grA?fico:El Fantasma De Heredia
Asistencia de direcciA?n:A�MarA�a GarcA�a De Oteyza
Prensa:A�Marisol Cambre
ProducciA?n:A�Maxime SeugA�, Jonathan Zak
Coach De Movimiento:A�VIVI Lasparra
DirecciA?n:A�Corina Fiorillo Can u get pyridium over the counter buy Bentyl