Foto: Franco Vaca Braylan
Todo estA? oscuro, suena un piano cuya mA?sica acompaA�arA? toda la obra. Seis personas amontonadas que avanzan lentamente y entre frases sueltas podemos imaginar un viaje en auto y un relato que se construye a partir de lo que se ve a travA�s de la ventanilla. a�?A?QuA� hacA�s? Respiroa�?.
Tres parejas y una bebA� que van al bosque. A algunos los unen lazos muy fuertes, otros apenas se conocen. Mientras hacen carne asada se van definiendo los vA�nculos, se van trazando relaciones, se deja ver el germen de lo que no se dice. A veces se juzgan, a veces se mienten y a veces simplemente se toleran. Al principio todo es lento, superfluo, desconectado, hasta que sucede algo que cambia la acciA?n.
Se apagan las luces, las ropas cambian, se ven andrajosas, sucias, quemadas. Los cuerpos van al piso y cobran fuerza. Aparece un nombre que resuena tan fuerte que no se puede decir, el nombre de la bebA� que su madre sabe muy bien pues lo eligiA? pero que ahora solo puede decirlo como un susurro: a�?Gloriaa�?. Hasta que logra gritarlo con todas sus fuerzas. Los cuerpos comienzan a moverse de un lugar al otro. Zapatillas por todos lados. Golpes. AquA� la acciA?n se vuelve dinA?mica en los cuerpos y detallista en el relato, tan detallista que se vuelve sensorial, que sucede como en cA?mara lenta aunque los cuerpos no paren de moverse, que sentimos a�� tal como describe Miranda, la mamA? de Gloria a�� que los sentidos se despiertan y se adormecen a la vez.
Nos invade lo negro, lo animal, la tristeza. Parece que no podremos salir de ahA� pero pronto llegarA? la calma. Empieza a aparecer cierto juego en el movimiento, cierta calma en la voz, el intento de comprender lo que pasA? y el deseo de negarlo y que no haya pasado nada. Aparece lo animal de cada uno, el descubrimiento de lo que se ama, el deseo de recuperar lo amado, el intento de salvarlo aunque cueste la vida, la negaciA?n de perder lo amado, como un instinto de supervivencia.
La iluminaciA?n es exacta y preciosa, se combina tan bien con la mA?sica, el uso de la escenografA�a y el accionar de los cuerpos, que nos despiertan imA?genes absolutamente bellas. La puesta permite usar espacios altos, medios y bajos; permite no racionalizar y detenerse en lo sensorial, lo sensible, lo contradictorio. Nos permite la belleza en lo profundamente triste, lo animal, lo salvaje. El cuerpo en escena en funciA?n de un relato al que complementa, que enriquece y alimenta.
Un incendio y lo que queda de las personas que lo atraviesan. Una pieza de arte que se aleja del campo y la ciudad, que delimita un horario pero prohA�be zapatillas, que busca estar a salvo. a�?A?QuA� hacA�s? Respiroa�?.
Negro Animal Tristeza de Anja Hilling (Editorial EscA�nicas.Sociales) se puede conseguir en la boleterA�a del teatro Beckett.
SA?bado 23 hs.
Beckett Teatro (Guardia Vieja 3556, CABA).
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AutorA�a: Anja Hilling
ActA?an: Carlos Donigian, Pablo Ezequiel MartA�nez, Yanina Martino, Jorgelina PA�rez, GastA?n Rodriguez, Javier Torres Dowdall
Trailer: Soledad Guerrero
DiseA�o de vestuario: MarA�a EmIlIa Serrano
DiseA�o de escenografA�a: Magali Acha
DiseA�o de luces: JosA� Binetti
RealizaciA?n de escenografA�a: Jean PIerre GueVara
RealizaciA?n de vestuario: MarA�a EmIlIa Serrano
MA?sica original: Juan Pablo Martini
FotografA�a: Maxi Bort
DiseA�o grA?fico: BA?rbara Delfino
Asistencia de direcciA?n: Romi Venegas
Prensa: CorreyDile Prensa
ProducciA?n: Yanina Martino
GestiA?n De Derechos Autorales: Hartmut Becher
Puesta en escena: Carla Llopis
DirecciA?n: Carla Llopis