La rascada, un teatrito de las orillas. Por MA?nica Berman

La rascada comienza in media res. Alguien ensaya a pesar de todo. A�Por todos los rincones se percibe la decadencia, una decadencia asumidaA� como propia pero cuyo nombre ponen otros: en el Maipo los llaman a�?la rascadaa�?.A� Con un planteo sumamente original con respecto a lo temA?tico, AndrA�s Binetti propone la vida y aventuras, mejor dicho, desventurasA� de una serie de artistas arrojados del mapa del centro, alejados de las luces y de las marquesinas que luchan por sobrevivir con menos de lo justo. En esa descripciA?n descarnada plantea un panorama duro y tal vez, solo tal vez, un poco hiperbA?lico.

Los artistas tienen sus nA?meros, en general, son dA?os. Y la estructura de la propuesta les permite, mA?s que lucirse, deslucirse. Todos tendrA?n la oportunidadA� de mostrar lo que hacen.A� No solo en general es un poco patA�tico y poco gracioso cuando intentan hacer reA�r sino que ademA?s han presentado un mecanismo para la exhibiciA?n frente a pA?blico.A� La estructura que gira para presentarse frente a los espectadores (reales) los ubica en una posiciA?n de seres expuestos en un espacio pequeA�o, descascarado, un marco mA?vil que los deja profundamente desamparados.

a�?El pA?blicoa�?, su ilusiA?n. Lo esperan, lo veneran.A� Juegan de algA?n modo con los espectadores reales pero de manera engaA�osa: hacia ellos se dirigen, parecen interpelarlos pero, sin embargo, es una falsa alarma, el pA?blico de la ficciA?n los abandona.

Cada nueva presentaciA?n estA? atada a la apariciA?n de algA?n espectador-objeto de deseo.

TemA?ticamente la puesta no deja una sola cuestiA?n sin tratar de manera lA?dica pero tambiA�n crA�tica, aA?n mA?s, autocrA�tica. Todos los presupuestos se ponen en juego, los reproches, los fracasos siempre atribuidos a otro. Son mencionadas (de manera anacrA?nica porque la puesta se inscribe en 1956) obras emblemA?ticas de la cartelera porteA�a.

La construcciA?n del personaje a�?actora�? es definitivamente variada y notable. AsA� como sus sueA�os y problemas. Y aunque estA?n focalizados los actores de las orillas, los otros,A� los del centro tambiA�n aparecen mencionados, A?envidiados? Al menos, querrA�an ocupar su lugar, sus teatros, sus lujos.

Este planteo temA?tico que tiene como origen un proyecto de GraduaciA?n de Artes DramA?ticas, UNA, se resignifica reponiendo el contexto de origen.A� Aparece lo lA?dico y el humor de manera notable pero no deja de filtrarse un crA�tica a todo el campo de lo teatral. A?Por quA� no pA?blico incluido? a�?A?QuA� queda despuA�s del aplauso?a�? Que pregunta atinada para hacerse. TambiA�n se interrogan por los lugares de los teatros, por la incomodidad, por el difA�cil acceso, por la mediocridad de los actores.A� Sin embargo, acA? queda en claro la escisiA?n entre los actores y los personajes, aquellos hacen un espectacular trabajo. Incluso haciendo de malos actores cuando les toca el turno de exponerse.

TambiA�n aparece el contexto que rodea al teatro. Hablan del nuevo gobierno y del miedo de la gente. Aunque otros, en otros lugares de mayor privilegio lleven carradas de pA?blico.

El trabajo de AndrA�s Binetti y de todos los actores es definitivamente maravilloso. Me parece pertinente mencionar que se formaron en la Universidad PA?blica. La propuesta es un verdadero placer y uno disfruta porque se plantea un cuidadosoA� trabajo que entretiene, divierte peroA� que , sin embargo, lleva entre manos una crA�tica demoledora.

 

 

Order pilex cream Ficha tA�cnico artA�stica

Dramaturgia:

AndrA�s Binetti

ActA?an:

VerA?nica Alegre, Fabio Camino, Esteban Ciulla, Laura DomA�nguez Lase, Juan Ignacio Flores, Ana Carolina GarcA�a indocin. , Santiago Garcia IbaA�ez, Vivian Luz, Juan Francisco Reato, Roco Saenz, Joaquin SaldaA�a, Selene Scarpiello, Victoria Zaccari, Fernanda Zappulla

Vestuario:

Lara Sol Gaudini

IluminaciA?n:

Moshe Maya Duarte, Francisco Varela

Asistencia de direcciA?n:

Mercedes FerrerA�a

Prensa:

Carolina Alfonso

DirecciA?n:

AndrA�s Binetti

 

 

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